lunes, 25 de febrero de 2013
Iponea
Hay una parte de mí que te pertenece;
una fracción de tiempo y escarcha,
de promesas ininterrumpidas,
de otra yo, habitando, en este mismo instante,
en otra atmósfera;
que sólo tú me puedes recordar.
domingo, 10 de febrero de 2013
Sonidos confortantes.
Ella vino a casa para navidad. Recuerdo que toco la puerta como toca los corazones, con tanta intensidad. A través de los cristales se veía su silueta, casi celeste. No pude evitar ese dolor que da en el centro del estómago, ese que dicen que te da cuando conoces al amor de una vida. Era como si miles de alas revolotearan en los pulmones, empujando el aire fresco hasta los ojos, es por eso que brillaban tanto.
Ella vino sólo en navidad para darme el abrazo que nunca pudimos darnos, para sentirla tan cerca sabiendo que estaba ya tan lejos, habitando la muerte, muchos años atrás.
miércoles, 6 de febrero de 2013
Frengers
Me gusta pensar a veces que somos extraños, justo cuando nos conocemos tanto.
Me gusta sentirte como ajena, como si sólo le pertenecieras al tiempo, al universo.
Encapsularnos en la perversión del corazón
perdernos en la inmensidad interior de nuestros mundos, aún inexplorados.
Y en la extrañeza de nuestros mundos interiores, aún inmensos,
pervertirnos en la cápsula del corazón
Pertenecerle sólo al tiempo y al universo,
para, en las tinieblas y en todo lo ajeno,
conocernos tanto.
Me gusta sentirte como ajena, como si sólo le pertenecieras al tiempo, al universo.
Encapsularnos en la perversión del corazón
perdernos en la inmensidad interior de nuestros mundos, aún inexplorados.
Y en la extrañeza de nuestros mundos interiores, aún inmensos,
pervertirnos en la cápsula del corazón
Pertenecerle sólo al tiempo y al universo,
para, en las tinieblas y en todo lo ajeno,
conocernos tanto.
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