martes, 29 de enero de 2013
domingo, 27 de enero de 2013
Valquiria
Olvidaré estas cosas. No habrá sombra al regreso, ni mares que nos transiten. Será como si mi piel nunca te hubiera visto, como si las palabras se evaporaran. Volveré a nacer, justo un día antes, y toda una vida después, de habértelo dado todo.
Sé que olvidarás, seré memoria que se marchita con los días, memoria que se da a los ríos, para que los árboles crezcan y la luz cegue.
Regresaré en forma de vida y en acantilados de muerte.
Sé que olvidarás, seré memoria que se marchita con los días, memoria que se da a los ríos, para que los árboles crezcan y la luz cegue.
Regresaré en forma de vida y en acantilados de muerte.
sábado, 26 de enero de 2013
Sidéreo
Son taciturnos mis pasos,
de nostalgia y adviento.
¿Cómo se devuelve uno al sueño
cuando se ha quedado en medio de la noche
con el corazón enmudecido?
jueves, 24 de enero de 2013
Parentheses
Ayer fue la ultima vez que toqué tus acuosas manos, y no es que sean resbaladizas, carecen de forma.
Yo con esa necia manía de regalar despedidas siempre en medio de la noche,
en la avenidas, mientras la gente pasa fantasmalmente en este gran sueño que le llaman ciudad.
Tomé tu mano y la apreté bien fuerte, como enterrando mis anhelos entre las grietas de tu piel, me miraste fijamente, también querías enterrarme algo, supongo en la memoria. Los abrigos largos se agitaban con el viento de este feroz invierno, serpenteaban al compás de nuestras lágrimas; siempre supimos que nacimos para amarnos en la distancia, cada quien en su tiempo, en sus lugares, en las habitaciones del alma. No hubo un beso, sólo la ilusión de entregarnos en el sudor que provocaban nuestras manos, entregarnos en segundos universales, esos que algunos le llaman eternidades.
lunes, 21 de enero de 2013
jueves, 17 de enero de 2013
martes, 15 de enero de 2013
domingo, 13 de enero de 2013
Enero
Tampoco tendría que entender cómo es que este universo que guardo dentro de mí
decidió darte a ti la llave.
decidió darte a ti la llave.
Better times (222)
Ayer abrí mi corazón, lo sostuve con una mano mientras te decía todo lo que sentía. Ya era de madrugada, tu mirada aturdida se hacía de hojas e invierno. Quisiste mantener la calma, lo sé, pero solo fue una intención acompañada de traición. Fue de esas veces que buscas la más mínima señal de fuego, de ardor.
Lo único que encontré fue vacío, silencio y unos ojos bien sinceros en medio de esa calle, en el número 222.
viernes, 11 de enero de 2013
jueves, 10 de enero de 2013
Estelas
Me senté en medio del viento, con tu ausencia de compañera. Perdí mis ojos buscando tu voz, tu nostalgia, lo que antes amabas. Sobrevolé entre tus nubes rojas, entre tu confusión casi púrpura.
Había deseos de menta, cortados, asesinados por promesas bastardas, de esas que se dan sin aliento, que no provocan suspiros por la madrugada. Preferiste beber de su egoísmo que alimentarnos de esperanza.
Pero la esperanza siempre ha sido un sorbo efímero. El resto lo vamos viviendo mientras se escribe. Tú y yo fuimos eso, no la niebla que me atribuyes días después, cuando el paisaje de tu adentro se ha vuelto boscoso. Porque yo nunca dejé de amar aquello que encontraste. Y es por eso que, mientras tú buscabas mi voz, imaginándome lejos, yo cuidé de tu cuerpo; ese que abandonaste en medio del viento, para ir al refugio de tu dolor vagabundo.
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